En los últimos años, he notado cómo las tendencias en las encimeras de cuarzo han cambiado. La demanda por ciertos colores varía bastante, y los diseñadores parecen estar obsesionados con ciertos tonos. Recuerdo haber leído un artículo en una revista de diseño que mencionaba que aproximadamente el 40% de los nuevos proyectos de cocina incluían encimeras de cuarzo en tonos neutros, como el blanco y el gris. Estos colores predominan porque ofrecen una limpieza visual y una elegancia que fácilmente se adapta a diferentes estilos de decoración.
El cuarzo en tonos blancos nunca pasa de moda. La razón es simple: combina prácticamente con todo. Marcas como Caesarstone y Silestone han lanzado colecciones con variaciones del blanco que imitan el mármol, como el famoso Calacatta. Aunque el precio del Calacatta puede ser más elevado, alrededor de 90 a 200 euros por metro cuadrado, su popularidad sigue en auge debido a su lujo innegable y su durabilidad incomparable. Algo interesante es que, aunque parece mármol, no requiere los mismos cuidados meticulosos; claro, siempre es recomendable saber qué cuidados especiales necesita.
Últimamente, también he visto un aumento en el interés por encimeras de cuarzo en tonos tierra y beige. Muchos expertos coinciden en que estos colores cálidos aportan una sensación acogedora, y esto no es sorprendente considerando que casi un tercio de las encimeras instaladas en Europa en el último año pertenecen a esta paleta. En muchos programas de renovación de hogares que he visto, los diseñadores elogian cómo estos tonos pueden transformar por completo el ambiente de una cocina.
Los tonos oscuros, como el gris carbón y el negro, no se quedan atrás. Aunque ocupan un 15% de preferencia entre los compradores, ofrecen un contraste impactante en cocinas modernas. Lo que me gusta de estos colores es su capacidad para ocultar las manchas y el desgaste. Empresas como Cambria y MSI Quartz ofrecen opciones con vetas doradas o plateadas, que añaden un toque de sofisticación. Sin embargo, siempre me aseguro de recomendar una buena iluminación, ya que los tonos oscuros pueden absorber más luz de la que uno quisiera.
La incorporación de cuarzo con tintes azules o verdes es una tendencia emergente que promete continuar ascendiendo. Hace poco, noté que en una exposición de diseño en Milán, se destacaron encimeras de cuarzo con estas tonalidades. Una tendencia fresca y atrevida que todavía está encontrando su lugar en el mercado. De hecho, encimeras con estos colores podrían representar alrededor del 10% de las ventas en los próximos años según algunos estudios de mercado. Aunque no son para todos, su originalidad seguramente atraerá a quienes buscan algo diferente.